Triste pero es verdad:

20.6.07

X y retro

El concepto de "generación X" fue acuñado hace tiempo a muchos de los que nacimos por eso de los ochentas y tantos, o algo así. En alguna ocasión uno de los profesores de la prepa (en verdad no vale la pena recordar su nombre ya que era un pobre desgraciado y ni el de la escuela, me avergüenza decirlo), sintiéndose la mayor inspiración del mundo, decía no pertenecer a la generación X por que él sabía "a donde se dirigía". A decir verdad, la idea de pertenecer a un grupo de personas de edades similares cuyo propósito en la vida era desconocido por ellas mismas y que atribuían su rebeldía al mismo pretexto es totalmente absurda, por no decir palabras más fuertes, de hecho ya con la denominación que se le otorgó... tal vez esa floreciente escasez de originalidad empezaba a tomar fuerza para dar lugar a lo "retro".

La generación actual nos ha condenado a "disfrutar" nuevamente las tendencias y modas de las que muchos fuimos testigos, y de forma muy conveniente, los medios la han aprovechado y surtiendo en grandes cantidades a todo aquel que contara con un criterio angosto; claro, todo con un toque de actialidad que la hace gritar pana anunciar que está aquí. La remasterización de material viejo, del que gran parte debería permanecer en el pasado y no regresar jamás, es lo de hoy. Los lentes versión Rigo (q.e.p.d.), los pantalones de vagabundo y acampanados, las playeras rosas, el cabello pandroso y a veces mordido... la lista que caracteriza este movimiento continua pero no es muy agradable recordarla.

Puede observarse hasta a través de los muros lo que es la onda retro para un servidor; una basura y una falta de respeto a la individualidad de muchos artistas y a la moda de esos entonces (esa no es tan importante).

¡Que el cielo se apiade de todos estos seres y ojalá sean perdonados! Mmm, mejor no y que sean condenados a vivir en la más profunda desolación, sí, mejor eso.

1.6.07

The «D» word

La tolerancia es un valor único... pero no abusen.

Todo mundo ha escuchado -de no ser así, qué fortuna- este "género" musical, híbrido, o más bien mutacion de otros, que ha empezado a acaparar todos los centros sociales cuyo baile de osito no parece implicar ninguna ciencia; así es, ese mismo que no me atrevo a invocar, the «D» word, como planeo citarla a partir que aquí.

Lo ideal es respetar los gustos de todo prójimo se nos ponga enfrente, pero que esté nos ataque con esa música cuyo éxito se basa en hacer covers de canciones de otros con voces aguardientosas cuyo chiste se opaca por la obesidad de sus portadores... ¿¡qué culpa tiene la madre de esta persona!?

Hace tiempo empezó a correr un e-mail de un simpatizante de los postulados anteriores donde, copiando otros movimientos, propuso que todo no simpatizante de la D word portara un listón morado, y así como en los otros movimientos, opino que el desgraciado trozito de tela no va a arreglar nada. Claro que hay que tener cuidado con las comunidades más familiarizadas con estos ritmos, ritmos que ya contaban con un espacio en nuestros corazones cuando este mismo músculo hacía correr más alcohol que sangre en nuestras venas, recordemos a ... mmm... bueno, no importa, pero lo que sí es que recuerden que lo bueno es lo original, por lo gereral, pero este no es el caso.

PD. Que los dioses perdonen a los seguidores de este engendro de la musica de banda y del pop.